Doy una vuelta por la noche en la zona de Khaosan.
Básicamente es una calle llena de bares y discotecas en Bangkok, Tailandia.
Mientras doy un paseo veo una chica caminando sola.
Es oriental, pero no sabría decir de que país. Es delgada, con la piel muy blanca, el pelo largo y negro.
Camina entre las tiendas con una sonrisa y de forma muy relajada. Parece que tiene todo el tiempo del mundo.
Por su manera de hacer intuyo que no es la primera vez que viene por aquí. De lejos parece agradable.
Fútbol en Khaosan, Bangkok.
Decido acercarme a ella para hablar un rato e invitarla a tomar algo.
– Hola, ¿de dónde eres?
– Soy de Singapur, estoy aquí de vacaciones. –responde sonriendo.
– ¿Te gusta la música en vivo? Hay un bar aquí cerca que esta muy bien.
– Sí que me gusta la música en vivo, ¿y tú de dónde eres? –me pregunta la chica acariciandose el pelo.
– Soy de Barcelona, ¿conoces la ciudad?
– Sí, sí que la conozco. El equipo de fútbol de Barcelona es un guarro. No me gusta nada.
– ¿Pero qué dices? ¿Hablas en serio?
– Sí y no quiero hablar más contigo.
– Pero… si a mí… ni me gusta el fútbol.
Joder, la chica se marcha si poder hablar más. No entiendo nada. Cuando te acercas para hablar con alguien, nunca sabes lo que pasará.
Después de muchas aventuras interesantes, decidi escribir las mejores experiencias de amor y desamor en mi libro:
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