¿Has tenido alguna experiencia que te ayudo a vencer al miedo?
Cuando era un adolescente, tenía tentaciones de saltar desde lo alto de mi edificio. Esa idea cruzó mi mente en muchas ocasiones.
Incluso me preparaba para saltar. Al final siempre me tiraba atrás, pensando que sería muy doloroso impactar contra el suelo de cemento.
Eran doce plantas.
Durante mucho tiempo pensé que tenía pensamientos suicidas.
Por suerte, cuando empece a viajar, me di cuenta que simplemente me gusta saltar desde sitios altos.
Eso si, sobreviviendo a la caída.
Mi mejor salto
Lo realice en Indonesia. Me lance desde un acantilado de trece metros, cayendo en el mar.
Pase mucho miedo antes de decidirme.
Me costo horrores saltar la primera vez. Irónicamente, fue mi mejor salto.
Justo en el momento antes de lanzarme, conseguí un estado mental de completa paz. No sentí miedo, ni duda.
La segunda vez, por algún motivo que no entiendo, mi cabeza se lleno imágenes negativas. Como consecuencia aterricé mal, haciéndome mucho daño.
Después del impacto no podia respirar. Por un breve segundo, pensé que me quedaba allí. Pero el orgullo me hizo saltar otra vez.
En la tercera ocasión, no me hice daño, pero tampoco hice un buen salto. Fue una media de los dos saltos anteriores.
Noté que necesitaba saltar esta última vez, para no quedarme con la sensación de miedo.
Decidí que con tres veces era suficiente. Solo una pareja salto conmigo la primera vez, y no lo volvieron a intentar.
Noto que muchas cosas que he hecho, han sido para superar mis miedos. Tenemos que vencer nuestros miedos, de otra manera, lo miedos nos dominan y nos limitan.
Personalmente noto que los miedos me han marcado la vida y en muchas ocaciones no me han dejado hacer lo que realmente quería. Por eso entiendo la importancia de luchar para superarlos.
Los mejores saltos
– Desde que empecé ha viajar, he saltado en sitios increíbles. Como este salto entre rocas en Devils Marbles, Australia.
En esa ocasión, todo el mundo me decía que estaba loco. Las rocas están a unos ocho metros de altura.
Si te caes te podrías matar o hacer mucho daño. Pero a mí me daba igual.
– Un salto desde lo alto de un barco de tres plantas al mar, en HalongBay, Vietnam.
Este fue mi primer salto desde nueve metros. Hasta entonces, solo había saltado desde un máximo de tres metros.
Se nota mucho la diferencia de altura desde allí arriba.
No se si habría saltado por iniciativa propia. En esa ocasión estaba con unos amigos y me animaron.
La primera vez me costo horrores saltar. La segunda me costo menos. Luego desde la sexta vez hasta la catorceava disfrute como un loco.
– Salto desde una roca al suelo en Champagne Pools, Australia.
Tengo que dar las gracias a la persona que hizo la foto.
Necesité saltar tres veces para poder tomar esta foto. Parece que este volando.
¿Si o no?
– Salto desde una enorme roca al agua en Koh Tao, Tailandia.
Esa cosa pequeña en medio de la foto, soy yo.
Tuve la suerte de contar con una gran amiga que pudo hacer esta foto con un solo intento.
Es una gran captura.
– Salto desde un trampolín al mar en Koh Samet, Tailandia.
Este no era un salto peligroso, sin embargo fue bastante doloroso porque aterricé de espalda.
Lo que se llama un planchazo. Me quedé sin aire durante unos segundos, pero mi vida no corrió peligro.
Igualmente fue uno de los más divertidos.
Como consecuencia de vencer al miedo pude reunir el valor necesario para dejar mi trabajo y viajar por el mundo.
Después de años viviendo experiencias increibles decidí escribir mi primer libro Historias de Amor y Sexo alrededor del Mundo.
Deja una respuesta